Continuando
con el tema de ser reflejo de nuestros padres ahora como pasamos a ser
influenciados por nuestra realidad de infancia, hasta la elección de nuestra
pareja.
En nuestro matrimonio también replicamos nuestro
modelo de matrimonio
Nuestros
padres no sólo son nuestro modelo de hombre o mujer, también forman la base de
nuestro modelo de pareja. Es decir, tendremos un matrimonio de acuerdo al
matrimonio que tuvieron nuestros padres. Haciendo siempre la misma aclaración
de que si logramos interpretar el matrimonio de nuestros padres en forma
positiva habremos reconstruido nuestro modelo. Por ejemplo, pudimos observar a
nuestro padre teniéndole rencor a nuestra madre. Ese hecho no lo podemos
cambiar, pero si sentimos que ese rencor era derivado del odio que le tenía,
entonces nuestro modelo de matrimonio estará dañado. Sin embargo, podemos
interpretar de que nuestro padre amaba mucho a nuestra madre y como ella no
estaba con él entonces le guardaba rencor, como un tipo de despecho, pero que
este sentimiento era por el amor que él sentía por ella.
Descubriendo nuestro inconsciente con la relación
con nuestra pareja
Muchas
veces nuestra relación con nuestros padres es de una manera en nuestro
consciente pero de otra manera en nuestro inconsciente. Hay hombres que piensan
que adoran a sus madres pero golpean a sus mujeres. Esto es inconsistente, lo
que realmente sucede es que le tienen rencor a sus madres en el inconsciente y
por eso tratan así a sus mujeres. Como comenta Carolina Alcázar: “El hombre que
trata a su esposa como una princesa, es que fue creado por una reina”.
Si somos hombres y nuestro modelo femenino
está sanado, necesariamente tendremos que relacionarnos con nuestra esposa en
forma sana, lo cual se expresa tratándola amorosamente. De la misma manera si
somos mujeres y nuestro modelo masculino está sanado, necesariamente nos
relacionaremos con nuestro esposo en forma positiva, lo cual se expresa
tratándolo amorosamente.
Nos unimos a una pareja con nuestro mismo nivel de
conflictos no sanados
Como
decían las abuelitas: “cada oveja busca su pareja”. Si tenemos un cierto nivel
de conflictos no sanados, buscaremos una pareja con ese nivel de conflictos no
sanados. Por supuesto que no serán los mismos conflictos, cada persona es
única, pero el nivel de conflictos es equivalente. Una persona sana encontrará
una pareja sana. Por eso, la mejor preparación que podemos tener para atraer
una buena pareja a nuestra vida, es sanar nuestros propios conflictos.
He
aquí donde el divorcio no tiene sentido, pues es un intento de escapar de
nuestros propios conflictos. Es decir, atraemos una persona conflictiva a
nuestra vida y pensamos que el problema está en nuestra pareja, no en nosotros,
lo cual es un error, puesto que nosotros tenemos el mismo nivel de conflictos.
Si nos decidimos separar y buscar otra pareja, encontraremos otra pareja
igualmente conflictiva o incluso peor puesto que tendremos sumado a nuestro
modelo dañado de pareja, el rencor de nuestra última relación.
Todos
los defectos que vemos en nuestra pareja son los defectos que no podemos ver en
nosotros mismos. A esto se le llama “la teoría del espejo”, entre más nos
molesten o más nos duelan los defectos de nuestra pareja estará señalando más
intensamente que es una herida que nosotros cargamos en nuestro inconsciente.
es cierto todo eso , es algo que desde pequeños uno va viendo como es que piensa o cree qe la pareja ideal sera para uno en el matrimonio o uno dice quiero que sea como mi papa o asi por lo regular buscamos el modelo de alguien a quien admiramos mmm un tio jeje y eso es algo que no muchas veces uno toma en cuenta pero es importante tratar de dar siempre buenos tratos a los demas y a pesar de los malos o buenos ejemplos que se tengan del modelo de nuestros padres, tratar de no guardar rencor perdonar y sanar esas heridas
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