miércoles, 7 de marzo de 2012

Privacidad en el noviazgo.


               Ahora tocaremos un tema muy importante para cada una de nuestras vidas como personas que estamos en relación con los demás pues, como bien sabemos, Dios en su infinita grandeza nos ha hecho seres capaces de alcanzar las más grandes glorias en nuestra realización, pero siempre es con una invitación a mirar en los demás a personas que están en orden a nuestra salvación. En nuestros días, el pensamiento impulsa al hombre, muchas veces necesitado, a perder esta concepción.


            Sin embargo, para este tema lo primero que habría que ver es la definición propia de privacidad para que así, podamos ir entendiendo el rol que juega en el noviazgo. Por ello encontramos que una definición que nos da la Real Academia de la Lengua:

"ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión" e intimidad se define como "zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia".

            Puede haber muchas definiciones en torno a la privacidad, de acuerdo al campo en el que se presente, sin embargo en este caso nos quedamos con esta por ser mas general, de esta definición pueden surgir varias dudas, que son muy válidas y que puede conducirnos a una desorientación de nuestra persona, entre ellas están: si hay algo que es reservado ¿puedo reservarlo siempre?, ¿si lo comparto violo mi derecho?,  si mi novio y yo formamos una pareja que buscamos complementarnos ¿puedo contarle a el?, estas cuestiones, de alguna manera, las abordamos en parte en el tema anterior pero quise retomarlas para ir clarificando nuestro derecho a reservarnos ciertas cosas.

            No podemos considerar o pensar que engañamos a alguien si no le cuento un secreto o algo que es de la vida privada, pues debemos reconocer que tenemos como regalo ese  don. Sin embargo, es recomendable que en el proceso de conocimiento, que se da en  la amistad, pues como ya se presentó, el noviazgo no es un tiempo de conocimiento, sino más bien un proceso de adaptación (lo repito porque con frecuencia suele olvidarse), vallamos abriéndonos a la persona que consideramos valiosa.

             Teniendo en cuenta lo anterior es aquí donde yo encuentro un verdadero problema, ya que considero que no existe, en gran parte de nuestra sociedad esta concepción, estamos acostumbrados a tener noviazgos que pudiéramos llamar “express”, es decir conozco a una persona y en un lapso breve de tiempo y basados en una cuestión de simple gusto decidimos compartir nuestra vida y persona siendo novios y pretendiendo conocernos en el trayecto, esto de entrada es un error, pues en un segundo momento comenzamos a usar términos de amor para dirigirnos a nuestra pareja, lo cual hace que nos de una mayor cercanía, según se considera, pero esto limita, a mi juicio, nuestro comprensión del otro, pues hace que siempre queramos ver lo positivo y nos hace pensar que la persona no tiene nada negativo, el problema viene cuando nos topamos con algo negativo y nos molestamos, sin entender que es parte de la nueva adaptación descubrir novedades en el otro. 

Por otra parte, con el correr de los días, semanas y meses compartimos cosas cada vez mas personales  y vamos según nosotros creando una relación mas solida porque confiamos mas en nuestra pareja, el problema ante esto se presenta cuando por alguna razón descubrimos que aquel o aquella a quien le estamos confiando nuestra vida no es la persona con la que pasaremos el resto de nuestros días, esto causa en ocasiones una resignación, una frustración o un dolor que no es fácil de superar, pues cargamos en nosotros una culpa mas, porque nos han fallado o porque hemos fallado, sin darnos cuenta que el verdadero fallo fue mucho antes. 





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